viernes, 25 de noviembre de 2011

historia de las medias

medias:Las medias femeninas permanecieron durante siglos ocultas a la mirada (y con mayor motivo, las piernas). Entonces se las llamaba calzas.Una de las muchas leyendas que se cuentan de la reina Isabel de Castilla se refiere al regalo que le llevó el embajador de Francia: un precioso par de calzas de seda bordadas. Inmediatamente estalló el escándalo en la corte. ¿Cómo el embajador podía aludir de un modo tan grosero a la intimidad de la católica soberana? No tenemos ninguna duda de que el regalo sería devuelto con desdén Las piernas no existían, literalmente hablando. Al menos es lo que se desprende de otra anécdota ya de época mucho más reciente. Cuando a otra reina Isabel (II), le fueron ofrecidas unas calzas, el indignado comentario del jefe de la Casa Real fue: “¡Las reinas no tienen piernas!”Pero sí tenían, y a muchas les gustaba adornarlas con empaque real. Consta que otra Isabel más, la I de Inglaterra, agradeció mucho a lady Montagu el regalo del primer par de medias fabricadas en un telar, proclamando que le hubiera gustado usar siempre medias como éstas, tubulares, muy adherentes y que tan bien modelaban la pantorrilla.Pero aunque a través de los siglos las mujeres usaron medias más o menos finas y caras según la moda, éstas permanecían ocultas por la longitud de las faldas, y la mayor atención era dedicada a los zapatos. Pero los bordados de las medias de estas épocas demuestran que maridos, amantes y favoritos recibían cumplida atención.Pero llega el siglo XX, y aquí es donde la palabra calzas debe ser sustituida por medias. Ya en 1909 el vestido de paseo de moda, que llamaba trotteur, descubre, para hacer más elástico el paso de la mujer que marcha hacia nuevas metas, todo el pie. Y en la temporada 1913-14 las faldas se acortan hasta dejar al descubierto no ya el mítico tobillo, sino la pantorrilla hasta cerca de la rodilla, y aquí es donde la media empieza a constituir un objeto visible, al que hay que dedicar atención. No es ocioso señalar que este aligeramiento va simultaneado con el del busto: Poiret, el famoso modisto parisino, lanza el sujetador y el liguero.... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario